Dosis completa: una de las top 3 experiencias de tu vida (caso real)

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Lucía Quintero tiene 47 años, es mamá de 3 hijos que ya son adolescentes, lleva 5 años meditando, estudia sanación cuántica desde hace un tiempo, va a terapia y tiene una relación sólida con su esposo. No tiene temas relacionados con la abundancia ni la salud y se siente satisfecha con su momento de vida. La primera vez que me buscó y hablé con ella porque tenía interés en hacer un proceso con microdosis o dosis completa conmigo pensé; para qué quisiera ella hacer cambios en su vida si todo parece que fluye.

Durante la videollamada no dejó de sonreír, de contarme lo increíble que era la relación con su esposo, de sentirse orgullosa por ser la madre que era y no me reportó ningún conflicto profundo que estuviera moviendo su vida de manera significativa.

Pero yo ya conozco la medicina de los hongos, yo ya sé que ellos no solo te ayudan a resolver temas que parecen no tener solución, que no solo te sacan de hoyos profundos, sino que también te llevan a expandir tu mundo de posibilidades, a sacarte a veces de esa máscara de “todo está bien” para mostrarte las profundidades de tu ser y acompañarte a experimentar tu vida desde un lugar mucho más auténtico y genuino.

Entonces le di toda la información sobre el proceso, le conté que yo trabajo con sesiones de preparación e integración y no solo con la sesión de psilocibina y que la contención que doy sí rescata el contexto sagrado de los honguitos pero también involucra la contención terapéutica que es sumamente importante en un proceso como este.

Le encantó todo lo que le conté e inmediatamente agendamos la fecha.

Estuvimos en contacto las semanas previas por whatsapp, Lucía estaba segura y convencida de que ésta era la experiencia que correspondía en este momento de su vida, y aunque expresaba tener cierto miedo a lo desconocido, estaba certera de que era algo que quería que pasara.

Una semanas más tarde llegó a Valle de Bravo minutos antes de la hora en que la cité, traía su camioneta llena de cosas, cobijas, ropa y muchos artículos para sentirse cómoda durante la sesión.

Entonces empezamos a prepararnos y preparar el espacio, sacó de su maleta varios elementos, entre ellos, velas que olían delicioso, cristales de distintos colores, incienso, fotos de su familia y objetos simbólicos que consideró que era importante que estuvieran para acompañarla durante la experiencia. La invité a que pusiera todo eso sobre el altar para que su energía estuviera presente en el espacio y se tomó su tiempo para acomodar e intencionar todo.

Y ahí junto al altar nos pusimos a platicar. Se abrió vulnerablemente a contarme cosas de su vida que no me había contado antes y que me hizo sentirme mucho más cerca de ella al reconocerla como un ser humano que, igual que yo, aunque tiene mucho resuelto, hay otros aspectos que le siguen haciendo ruido y que la inquietan. Entonces juntas llegamos a la intención de la ceremonia. Los hongos psicodélicos trabajan con una intención, es muy importante que antes de tomarlos tengamos claro qué es lo que queremos trabajar, resolver, liberar, encontrar o entender para marcarles la punta de flecha hacia donde ir, y aunque ellos nos llevan a navegar quizá otros caminos, la intención es lo que nos sostiene durante la ceremonia y ayuda a darle sentido días después.

Una vez puesta la intención nos preparamos en varias esferas: la física y emocional a través de ejercicios de terapia corporal, la mental con meditación y la sutil o espiritual con una visualización de protección para pedir solo la presencia de la luz ( de esto les contaré más adelante) y llamar la asistencia de nuestros guías.

Después de todo lo anterior, porque entrar a una dimensión como esta requiere intención, atención, propósito y presencia, nos sentamos a elegir juntas la dosis y preparar el té.

Una dosis de hongos alta, apta para un proceso terapéutico o ceremonial va de entre los 3.5 a 6 gramos aproximadamente. ¿Cómo se elige la dosis?

2.5 grs – La experiencia es un tanto más interactiva, si vas profundo y tienes momentos importantes de reflexión interna pero estás de alguna manera más en tu mente, presente en tu cuerpo y moverte por el espacio es más fácil y cómodo.

3.5 grs – 4 grs – La experiencia es más profunda. Sigues teniendo sensaciones de tu cuerpo todo el tiempo y sabes en dónde estás, qué está pasando a tu alrededor y puedes decidir “ir y venir” de la experiencia.

4.5 – 6 grs – Heroe´s Dose o dosis heróica. En esta dosis puedes llegar a sentir que sales de tu cuerpo, es una experiencia expansiva en la que pierdes contacto con el ego y las estructuras de la mente. Muchas personas que han hecho una dosis de este tipo reportan haber tenido una de las experiencias más significativas y místicas de su vida relacionándolas con el nacimiento de sus hijos o con su propio nacimiento.

Yo tenía para Lucía preparados unos hongos muy poderosos que se llaman Exóticos que son bastante visuales y expansivos aún en dosis no tan altas, entonces tomamos la decisión juntas de que haría 4 gramos.

Los tomó en té, se puso el antifaz y se recostó sobre el sofá esperando recibir la medicina de los honguitos.

Empezaron a hacer efecto después de unos 20 minutos, Lucía empezó a respirar un poco más profundo, ahí me di cuenta que el efecto empezaba a suceder por lo que empecé a cantar para ayudarla a regresar al presente, a su cuerpo y que se sintiera acompañada y contenida.

La primer fase de una macrodosis de hongos puede ser incómoda, dura aproximadamente de 30 a 40 minutos y es ese momento en el que nuestro ego y todo lo que creíamos controlar se desvanece, se mueve y se ve amenazado. Podemos resistirnos a eso (que de todos modos va a pasar) o entregarnos al proceso. A esta etapa yo le llamo Disolución del ego.

Ocurre una liberación del sistema nervioso y el apego a la actividad mental conceptual. Esto permite que emerja un intelecto menos limitado por el lenguaje y nuestro ego, más libre, más intuitivo y místico. 

Se da la liberación de categorías mentales, más consciencia de nuestra existencia energética y liberación de tendencias de control.

Esto puede sentirse de diferentes maneras: Presión en el cuerpo (cabeza, oídos),  sensación fría/caliente en el cuerpo, sudoración, cosquilleo en extremidades, sensación de derretimiento, leve temblor del cuerpo.

Las sensaciones en el cuerpo no están detonadas por la psilocibina (el componente psicoactivo de los hongos), ya que esta actúa exclusivamente en el cerebro y sus patrones neuronales, si se presentan (pueden no hacerlo),  estas sensaciones son una señal de nuestro patrón de mantenernos en control, si relajamos eso, confiamos y evitamos ponernos tensos,  se siente bien en el cuerpo y puede dar espacio a sensaciones de expansión y bienestar.

Existe la posibilidad de tener experiencias visuales, esto depende mucho de cada quien. 

No son nuestro objetivo pero están ahí para mostrarnos algo, pueden ser bellas y profundas. 

A la  siguiente etapa, que es la más larga de la experiencia, le llamo “Trabajo personal profundo” en la que pueden presentarse memorias antiguas y algo de disociación temporal, aquí la intención que se puso al principio es fundamental para anclarnos en lo que queremos trabajar y evitar que la experiencia se vuelva demasiado expansiva y totalmente fuera de contexto.

Aquí recordamos que el cielo y el infierno, las deidades y los demonios son internos y personales y yo me encargo de recordarte que estás en un espacio seguro, acompañado por gente que te cuida y se ocupa de que estés bien.  

Y la última etapa es el “Renacimiento Consciente”

Regresas a tu ser renovado

Confiando en tu mente

Confiando en tu cuerpo.

Confiando en tu sistema nervioso

Y se abre la posibilidad de preguntarse: ¿Cómo quiero volver de este viaje? 

Existen nuevas posibilidades para ti, informadas por lo que has vivido y has sentido. 

Es la emergencia de un ser más tuyo, actualizado y consciente. 

Lucía y yo terminamos la experiencia, después de más de 6 horas,  acostadas juntas sobre el sofá, cantando canciones de todo tipo, tomadas de la mano como si hubiéramos recorrido juntas el Cosmos entero. Habíamos pasado por momentos de reconocer la oscuridad, de sentir miedo ante su presencia, de verla de frente representada en dolor, miedo, guerras, muerte, maldad y destrucción y habíamos pasado ya por la etapa de decidir no elegirla. En este proceso Lucía despertó uno de sus más grandes dones durante la segunda fase de la ceremonia y al estar recostadas regresando al presente había la sensación en ella de no haber vuelta atrás, de haber descubierto una parte suya que había estado escondida bajo el deber ser y que ahora se presentaba ante ella con hordas de luz acompañándola, sosteniéndola y animándola a compartir eso con el mundo.

Hoy Lucía está en el proceso de materializar todo eso que vio y sintió, integrando esa experiencia en su vida y tomando esos dones que le fueron revelados para ponerlos al servicio del mundo.

Hoy Lucía es ella pero al mismo tiempo otra y sabe que después de ese viaje, su relación con la sombra y con la luz no será jamás la misma.

Podemos tener mucho miedo al hacer una experiencia con psicodélicos, nunca ha llegado nadie conmigo que no tenga dudas o miedos, pero no existe una sola persona que se arrepienta o  no haya dado un salto cuántico en su vida.

Este tipo de experiencias a veces suceden solo una vez en la vida, y con esa única vez, lo vale para siempre.

Acércate a un profesional para hacer esta experiencia. Que sepas que esa persona ya haya hecho su propio trabajo personal, que tenga una relación cercana y de tiempo con esta medicina y que pueda darte la contención terapéutica que necesitas.

Si tienes dudas aquí estamos, podemos acompañarte en este llamado.

Sus Bigler

Psicoterapia corporal y terapia asistida por psicodélicos.

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